lunes, 21 de mayo de 2012

Inteligencia Emocional, la historia de Ramsés


by jcomp / Freepik
Los niños con capacidades en el campo de la Inteligencia Emocional son más felices, más confiados y tienen más éxito en la escuela, además de ser la base para que nuestros hijos se vuelvan adultos responsables, atentos y productivos.

Se ha demostrado que los juegos, han logrado construir cierta cohesión familiar y disminuir significativamente la ira y la agresión entre los niños, mejorando sus capacidades emocionales y sociales, lo que los psicólogos llaman ahora, INTELIGENCIA EMOCIONAL o CE (coeficiente emocional).

Las cualidades emocionales implícitas en el concepto de Inteligencia Emocional podrían ser, entre otras:
  • La empatía
  • La expresión y comprensión de los sentimientos
  • El control de nuestro genio
  • La independencia
  • La capacidad de adaptación
  • La simpatía
  • La capacidad de resolver los problemas en forma interpersonal
  • La persistencia
  • La cordialidad
  • La amabilidad
  • El respeto

Inteligencia emocional: relación padres e hijos


La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos.


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Los niños tienen que desarrollar las emociones a través de los sentimientos y las conductas que reflejan preocupación por los demás, como ayudar, compartir y respetar. Partiendo del hecho de que los padres son el principal modelo de imitación para los hijos, es básico e imprescindible que éstos empiecen a entrenar y ejercitar su inteligencia emocional para que los niños puedan adquirir esos hábitos”.


La carencia afectiva se caracteriza por producir en el niño un estado psicológico de avidez afectiva y miedo de pérdida o de ser abandonado, tanto si ha padecido en la realidad una privación afectiva maternal como si lo ha sentido como tal. Permanece en un cierto estado de búsqueda afectiva, de necesidad de saturación, que se manifiesta por una actitud de reasegurarse de la existencia permanente del afecto del otro y así sentirse seguro.

Los padres son los encargados de proporcionarle al niño amor, protección, educación, bienestar, salud, etc. En ese afán actual de buscar las mejores condiciones económicas posibles o por el simple hecho de prestar más atención en diversos factores externos, los padres suelen descuidar cada uno de los aspectos mencionados al principio. Esto también transciende al ámbito educativo, ya que desde el momento que el niño comienza su formación básica, los padres pueden llegar a traspasar la responsabilidad de la formación académica exclusivamente a la institución educativa.


jueves, 10 de mayo de 2012

La importancia de la autoestima


Puede definirse la autoestima como el sentimiento de aceptación y aprecio hacia uno mismo, que va unido al sentimiento de competencia y valía personal. El concepto que tenemos de nosotros mismos no es algo heredado, sino aprendido de nuestro alrededor, mediante la valoración que hacemos de nuestro comportamiento y de la asimilación e interiorización de la opinión de los demás respecto a nosotros. La importancia de la autoestima radica en que nos impulsa a actuar, a seguir adelante y nos motiva para perseguir nuestros objetivos.


martes, 8 de mayo de 2012

Papá bueno (permisivo) o papá malo (autoritario): ¿quién es mejor?

¿Su hijo es caprichoso, egoísta y manipulador, le insulta, echa la culpa de todos sus males a los demás, y no se asusta ante ninguno de los castigos que le impone? Póngase manos a la obra: puede estar criando a un niño tirano que, si no lo reconduce, podría cumplir, a medio plazo, todos los requisitos del perfil de un maltratador.


Ser al extremo permisivos origina a lo largo el concepto de “
niño tirano”. Los padres permisivos no dan libertad, dan licencia, otorgan derechos para que el niño haga lo que quiera.  En estas condiciones, el niño toma las decisiones e impone su voluntad en el hogar. El adulto queda subordinado a los intereses del menor, y el niño muerde, maltrata, insulta, humilla, exige e impone su voluntad, ante la mirada pasiva de los adultos. El autoritario ya no es el padre, sino el hijo.

Los hijos que crecen en este tipo de familias tienen falta de control de impulsos y autoconfianza, lo que hace ser agresivos e inmaduros para su edad, con pocas habilidades sociales, carentes de responsabilidades e independencia, egoístas, incapaz de sentir culpa o  remordimientos al agredir, serán unos futuros maltratadores físicos y/o psicológicos con un profundo desprecio por el esfuerzo.

lunes, 7 de mayo de 2012

La importancia de ser tu mismo

Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta. La solidaridad frente a la indiferencia, la justicia frente al abuso, el amor frente al odio.


Comenzamos hablando de «valores». Podemos seguir definiendo el concepto anterior como las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. Al nacer, los niños no son ni buenos ni malos. Con la ayuda de sus padres, educadores y de los que conviven con ellos, aprenderán lo que está bien y lo que está mal decir, hacer, actuar, vivir,…

Algunos valores para inculcar a los niños son:




Respeto   Amabilidad    Perseverancia 
Obediencia   Tolerancia    Amistad
Esfuerzo  Fortaleza      Valentía


domingo, 6 de mayo de 2012

Niños Rebeldes sin causa aparente

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Las conductas infantiles inadecuadas pueden ser normales en ciertas etapas de la vida evolutiva de las personas, pero cuando se exagera, es muy repetitiva y continua, podría ser necesaria la intervención de un profesional de la salud para corregirlas a tiempo.



Origen del problema. ¿Por qué se porta mal el niño?

Las malas relaciones entre padres e hijos son muy común hoy día. A veces la causa se encuentra directamente relacionada con algún hecho excepcional o algún comportamiento bastante trascendente entre los miembros de la familia. Lo principal es realizar una entrevista personal con el niño afectado y si es posible sin los padres presentes para que no se sienta vigilado. Se debe recabar más información relacionada con el comportamiento entre los miembros de la familia y hechos acaecidos desde que el niño en estos momentos rebelde cambió su actitud y comportamiento.